17 de febrero de 2018

Chamaecyparis lawsoniana

Chamaecyparis lawsoniana es endémico del sudoeste de Oregón y el extremo noroeste de California, donde se le conoce como ciprés de Port Oxford y ocupa unas 57.000 hectáreas de forma natural desde el nivel del mar hasta los 1.500 metros de altitud en valles de áreas montañosas, frecuentemente en los bordes de los arroyos. Tiene un característico olor a jengibre y es capaz de vivir sobre suelos ricos en metales pesados. En EEUU su madera se usa para hacer flechas por su grano extremadamente fino. En su hábitat natural está amenazado por el hongo Phytophthora lateralis, encontrado en Francia en el año 2010. 
En el País Vasco el ciprés de Lawson fue empleado en plantaciones forestales sobre suelos pobres y con tendencia al encharcamiento en zonas de montaña por encima de 500 metros de altitud, sobre todo en las décadas de 1960 y 1970, cuando se plantó en altas densidades, lo que, pasado el tiempo, las ha convertido en plantaciones casi impenetrables. En Bizkaia se ha detectado el hongo Lepteutypa cupresi (=Seiridium unicorne), que resulta letal para el ciprés de Lawson.
Según el inventario forestal de 2016 de Bizkaia hay plantadas 1.750 hectáreas, el 55,6% en terreno público. De ellas, 26 hectáreas en Orduña, el 100% en terreno público, donde tomé estas fotografías el 15 de febrero de 2018. Según el inventario forestal de 2016 de Álava hay 700 hectáreas, el 77,1% en terreno público. De ellas, 16 en Amurrio, el 21,5% en terreno público y 1 en Ayala, en terreno privado.
Su madera se utilizó en la construcción de tejados, pero los cambios de temperatura hace que las tablas se rajen. En la actualidad su madera se paga al precio de la del Pino de Monterrey, a pesar de que su turno de corta es del doble de tiempo: 60 o 70 años frente a los 35 de este último.
A diferencia de otros cipreses, el de Lawson tiene ramitas comprimidas, dispuestas en un plano y estróbilos muy pequeños, de menos de un centímetro de diámetro.

No hay comentarios: