21 de diciembre de 2016

Sapo partero común

El Sapo partero común (Alytes obstetricans) es un pequeño y rechoncho sapo de 4 a 5 cm de longitud, sin contar las patas. Es fácil de distinguir por sus ojos salientes y con la pupila vertical y de forma romboidal. El dorso es grisáceo o parduzco con manchas verdosas o grisáceas y manchas glandulares rojizas. Durante el día permanecen refugiados bajos piedras y troncos, solos o en pequeños grupos. Durante la noche buscan los invertebrados terrestres de los que se alimentan: arañas, coleópteros, colémbolos, hormigas, dípteros e isópodos.
Los machos llevan puestas entre marzo y septiembre. Para atraer a las hembras, los machos desde el mes de marzo emiten en tierra su sonoro canto, que consiste en un pitido aflautado repetitivo que emiten desde la puesta del sol y, sobre todo, durante las primeras horas de la noche. Las hembras seleccionan a su pareja en función del canto. El amplexo se produce en tierra y dura alrededor de una hora. La hembra suelta un cordón de 20 a 60 huevos. El macho tras fecundarlos, fija el cordón que los une sobre la articulación entre la tibia y el tarso. Cada hembra realiza dos o tres puestas a lo largo del período reproductor. Los machos portan habitualmente entre 30 y 90 huevos, pero pueden llegar a transportar simultáneamente 170 cuando acumula dos o tres puestas. Tras su desarrollo embrionario, que dura alrededor de un mes, el macho se dirige a una charca o arroyo donde sumerge la parte posterior de su cuerpo. La eclosión de los huevos dura entre 5 y 30 minutos. Al eclosionar las larvas miden entre 10 y 17 milímetros. Tomé esta fotografía junto a la charca de Tiñiviri, municipio de Berberana (Burgos), el 7 de abril de 2016, al comienzo de su periodo reproductor.
Las larvas son omnívoras y oportunistas.
En este vídeo se puede ver a una larva alimentándose de las algas que han crecido sobre una roca en el río Tertanga, municipio de Amurrio (Araba).
Las larvas antes de metamorfosear alcanzan un tamaño de 6 o 7 cm de longitud, e incluso hasta 9 cm. Solo las larvas de este anfibio alcanzan un tamaño tan grande en Sierra Sálvada.
Con temperaturas del agua por encima de 20º C las larvas metamorfosean al cabo de 9 u 11 semanas. En aguas más frías, las larvas pueden llegar a invernan y metamorfosear al cabo de un año o más.
Los recién metamorfoseados miden de 18 a 25 milímetros de longitud, sin contar las patas.
En aguas frías como las de esta charca, cerca del monte Ungino, municipio de Aiara (Araba), es habitual que los renacuajos se agreguen en las zonas más someras, calentándose al sol. En lagos pirenaicos se han registrado mortandades masivas provocadas por la bacteria Aeromonas hydrophylla y en el Sistema Central el hongo que provoca la enfermedad infecciosa de la quitridiomicosis la he hecho desaparecer completamente las poblaciones de numerosas charcas donde se reproducía. Otra de sus principales amenazas es la introducción de peces como el Carpín (Carassius auratus) o del Cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) en sus zonas de reproducción provoca su disminución o desaparición.
Las larvas son también carroñeras. En la fotografía se puede un grupo de larvas alimentándose del cadáver de un adulto de su misma especie.
En el vídeo un grupo de renacuajos practicando canibalismo.
En esta fotografía, un grupo de larvas alimentándose de los huevos de una puesta de Rana verde (Pelophylax perezi).
En este vídeo podemos cómo depredan sobre una puesta de Rana verde un grupo de larvas de Sapo partero común al que se une una sanguijuela.

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