19 de noviembre de 2013

Poblado romano de Elexazar

El sábado 23 de noviembre de 2013 tenéis la oportunidad de escuchar al historiador y arqueólogo Juanjo Hidalgo, director del yacimiento Elexazar, en su ponencia "Yacimiento de Elexazar. Nuevas aportaciones a la romanización de Aiaraldea" en el Salón de conferencias del Ayuntamiento de Arespalditza (Aiara) dentro de las XIV Jornadas Históricas. 
Mi amigo Andoni Aldama descubrió este poblado romano en el año 2009. Recuerdo cuando en una reunión de la asociación Salvagoro contó que bajo espinos y endrinos había encontrado un enorme apilamiento de piedras que no parecía natural. Elexazar se encuentra a una altitud de unos 550 metros, en la parte alavesa del macizo silíceo de Santa Marina o Larragorri, municipio de Amurrio (Araba), pero a menos de un kilómetro del límite fronterizo con el municipio vizcaíno de Orozko. 
El poblado romano de Elexazar (en euskera "vieja iglesia", de eliza=iglesia y zahar=viejo) se encuentra a menos de 10 kilómetros del poblado romano de Aloria, excavado bajo la dirección del historiador Juan José Cepeda entre los años 1989 y 1999. Se encuentra en un entorno deshabitado de media montaña. Sin duda, el nombre del lugar era una pista de que aquí podían encontrarse las ruinas de un edificio de tamaño considerable.
Según la memoria "Yacimiento arqueológico de Elexazar (Amurrio). Campañas 2009-2011", de Juanjo Hidalgo, director de la excavación arqueológica de Elexazar, se han excavado tres construcciones individualizadas, una de ellas con planta cuadrangular y amplio patio central. Este poblado estuvo activo al menos durante un siglo y el hallazgo de un taurobolio es un claro indicio de que fue un poblado no solo económico y productivo, sino también espiritual y religioso.
En el poblado romano de Elexazar apareció una moneda del emperador Alejandro Severo emitida en el año 227 d.C., lo que casi coincide con el período de ocupación del poblado romano de Aloria, que va de mediados del siglo II a principios del siglo III. En esta fotografía, detalle de un muro de piedra.
En las excavaciones del año 2011, bajo la dirección de Juanjo Hidalgo, apareció en dos trozos un taurobolio, un ara labrada en un bloque rectangular de arenisca de 50x30 cm y casi 60 kilos de peso. En su cara frontal un bajorrelieve representa la cabeza de un toro. Los taurobolia o sacrificos de toros fueron ceremonias de culto a Cibeles, equivalente de la Magna Mater romana, gran diosa de la Naturaleza y la fertilidad, habituales desde principios del siglo II hasta la primera mitad del siglo III, coincidiendo con el uso de los poblados romanos de Aloria y Elexazar. Recordemos que el cristianismo no sería la religión oficial del Imperio Romano hasta fines del siglo IV. Fotografié la excavación arqueológica de Elexazar el 13 de noviembre de 2013.
Localización de los dos poblados romanos excavados en el municipio de Amurrio (Araba).
En Elexazar se ha encontrado un yunque fabricado en hierro, además de una masa de hierro de 5 kilos de peso, numerosos nódulos de hierro, un pequeño horno y escorias de plomo. Las minas de hierro y galena más próximas son las del Alto de las Minas o de San Antón, situadas a unos 480 metros de altitud sobre el pueblo de Baranbio, municipio de Amurrio (Araba). Juango Hidalgo, director de la excavación arqueológica de Elexazar, piensa que de estas minas debía proceder el mineral usado como materia prima en Elexazar para hacer herraduras y otros objetos metálicos. Hice esta fotografía y la siguiente en las minas de San Antón el 4 de mayo de 2010.
Restos de mineral en los escoriales de las minas de San Antón, Baranbio (Amurrio).
En esta fotografía aérea se indica el lugar de la batalla de Andagoste, que tuvo lugar cerca de pueblo de Jokano, municipio de Kuartango (Araba) en el año 38 a.C., la ciudad romana autrigona de Uxama Barca, en el pueblo de Osma, municipio de Valdegovía (Araba), el poblado romano de Aloria, cerca del pueblo del mismo nombre, entre los municipios de Orduña (Bizkaia) y, principalmente, Amurrio (Araba), excavado bajo la dirección de Juan José Cepeda en los años 1989-99, el poblado romano de Elexazar, municipio de Amurrio (Araba) y las minas de Baranbio, municipio de Amurrio (Araba). Según diversos historiadores, dichos poblados se encontrarían en territorio de los caristios, ya que el río Nervión era el límite, con autrigones al oeste y caristios al este.
Hice esta fotografía y las siguientes en el poblado de Forua el 19 de junio de 2012. La arqueóloga y directora de la excavación arqueológica del yacimiento de Forua, Ana Martínez Salcedo, en su artículo "La cultura material de época romana en Bizkaia: testimonios en torno a la actividad económica", publicado en el año 1997 en la revista Isturitz reconocía que la metalurgia del hierro era una de las principales actividades económicas de los asentamientos romanos en Bizkaia, al menos durante los siglos II y III d.C., periodo que coincide con la actividad de los poblados romanos de Aloria y Elexazar. En su artículo "El poblado romano Forua", publicado en el año 2010 en la desaparecida y añorada revista Aunia, explicaba que hasta hace 25 años era difícil poder hablar del período romano en la vertiente cantábrica del País Vasco por la ausencia de elementos arqueológicos de cierta envergadura y por la creencia popular de que el Imperio Romano nunca pisó este territorio o que, si lo hizo, fue de una manera superficial.
En el poblado romano de Forua una de las principales actividades desarrolladas entre finales del siglo I y el siglo IV d.C. fue la transformación del hierro, ya que 5 de los 13 edificios albergaron estructuras relacionadas con las labores de forja. Forua debió ser un poblado de carácter industrial y portuario, lo que le permitiría incluirlo en las escalas en la navegación de cabotaje por la costa norte de la Península Ibérica y el área aquitana.
No sé sabe qué tipo de relaciones mantuvieron estos poblados romanos con los indígenas ni quiénes eran estos. Esto debió irritar a Eliseo Gil Zubillaga e Idoia Filloy Nieva, arqueólogos de la ciudad romana de Iruña-Veleia, en el sur del territorio de los caristios según el artículo "Reconstrucción paleogeográfica de autrigones, caristios y várdulos". De otra manera no se entiende que dos arqueólogos prestigiosos arruinasen su carrera profesional en el intento de falsificar la historia por grabar frases y palabras en euskera en 65 fragmentos de cerámica romana. Seguramente, los romanos vencieron militarmente a los indígenas y estos acabaron como esclavos, mercenarios y ciudadanos romanos durante un par de siglos, sin capacidad o voluntad para volver a presentar batalla ni resistencia, subyugados completamente.

1 comentario:

Salomé Guadalupe Ingelmo dijo...

A veces, ya sabes, la ciencia se pone a disposición de segundos fines. Muy poco edificante, en efecto; pero la arqueología y la historia, por motivos obvios, son disciplinas de alto riesgo. En parte por eso he repetido a menudo que confundir la Historia con la verdad resulta muy peligroso. Nosotros no hacemos filosofía; no buscamos la verdad sino una mera reconstrucción, que puede ser múltiple y discutida. Besos.